martes, 12 de julio de 2011

La cueva de Tresierra


Crónica de la exploración subterránea realizada en
Jaramillo de la Fuente


por invitación expresa del Ayuntamiento de esta población serrana a Elías Rubio, autor del proyecto "El Árbol de la Provincia" desarrollado en marzo de 2009, y que todo el pueblo de Jaramillo acogió con gran cariño, haciéndoselo suyo.
Esta cueva era conocida por muchos vecinos desde sus años mozos, y los miembros de la Corporación local quisieron brindar a Elías la ocasión de conocer un rincón peculiar más de los innumerables que este término municipal atesora, y que él, a su vez, les diera una particular y experta visión de este paraje, con el que cuentan a la hora de llevar adelante la contínua revitalización de un pueblo que se crece con el empuje y la ilusión de todo el vecindario.


Cueva Tresierra
Jaramillo de la Fuente (Burgos)
Situación:
4.200 metros al norte de la población de Jaramillo de la Fuente, por una pista de servicio del monte que sigue el curso de la torrentera estacional del Arroyo Jaramillo. El trayecto se hace, necesariamente, en vehículo todo-terreno.
Paraje Rasa
Coordenadas N 42º 08' 22"
W 3º 17' 42"
Altitud 1.135 m
Posicionamiento Sin corrección
Visitada el día 10 / 07 / 2011
por
  • Elías Rubio Marcos
  • Domingo Paniego, concejal de Jaramillo
  • Serviliano Sebastián, concejal de Jaramillo
  • Alberto Esteban, conductor del todo-terreno, de Jaramillo
  • Pere Plana Panyart
Exploración Parcial.


Geometría
Desarrollo explorado: ~ 20 m
Desnivel: ~ - 5 m (- 1 en pendiente y - 4 m sondeados en vertical)
Rumbo del eje: N 125º W
Dimensiones de las secciones: Boca de entrada Dos de 1 x 1 m (ancho x alto)
Vestíbulo 3 x 2 m
Galería 2 x 2 m
Angostura final 0,3 x 0,5 m
La exploración se encuentra sin finalizar. No se ha descendido el desnivel de -4 m, por donde parece continuar la cavidad.
A fecha 10 / 07 / 2011
Karstología
Trazado: Galería única irregular. Formas redondeadas suaves.
Génesis: Freática.
Morfología: Freática.
Funcionamiento hidrológico actual: Pérdida en curso de torrente estacional.
Zona vertical del karst: Fluctuación entre zona de aireación y freática.
Zona horizontal del karst: Alimentación.
Periodo de actividad: En fuertes precipitaciones.
El entorno. La boca de la cueva-sumidero se abre en el flanco derecho de una torrentera estacional (Arroyo Jaramillo), seca en verano y de notable caudal invernal, según nos describen los habitantes de Jaramillo. Este cauce se orienta de Nor-Oeste a Este Sur-Este , en el tramo precedente, y después de su paso por la cueva describe una suave curva para adoptar el trazado Norte - Sur, invariable ya hasta las proximidades del casco urbano de Jaramillo, por las que discurre.
Hidrológicamente, la cabecera del Arroyo Jaramillo se forma en una pequeña cuenca emplazada en la vertiente Sur de la Sierra Mencilla, pero separada de esta por el valle transversal de San Millán de Lara, del que la separa a su vez una loma alargada de unos 1.300 metros de altitud.
Orográficamente, las alineaciones de las lomas se adaptan a los arcos concéntricos de los asomos de las diferentes series rocosas que circundan el anticlinal de la Sierra de la Demanda, formando un perfil aserrado y ascendente, de Sur-Oeste a Nor-Este.

Boca de la cueva.
Se emplaza a un metro por debajo del nivel de paso del cauce de la torrentera. Se abre en un estrato de roca caliza brechosa, de una potencia que debe superar los quince o veinte metros de espesor. Buza hacia el Sur-Oeste con una pendiente no determinada.
El perfil del terreno de la cobertura se eleva rápidamente hacia el Sur-Oeste, en el mismo sentido en que la cavidad se desarrolla en profundidad.
Afloramiento calizo.
Enfrente de la cueva y en la margen izquierda de la torrentera, se extiende una superficie desprovista de arbolado que muestra el frente del estrato calizo, seccionado por la erosión del valle, y cuya continuación está en la roca en la que se abre la boca.
Canchal calizo.
A unos doscientos metros de la cueva, bajando hacia Jaramillo y en la margen izquierda, sobre la ladera, encontramos un notable canchal producido por la disgregación, corrimiento y acumulación del material calizo del estrato anteriormente descrito. Parece ser el resto de un proceso glaciar.
Es de destacar que el material que se acumula en el lecho de la torrentera es de naturaleza silícea y metamórfica, distinto de este, al ser producto del arrastre hídrico y procedente de zonas de arranque más alejadas, en las capas superiores al estrato calizo.
Mapa geológico de España a escala 1/200.000 (Síntesis de la cartografía existente). Hoja nº 20, BURGOS. Publicado por el IGME, año 1970.
Detalle del mapa anterior, con el emplazamiento de la cueva Tresierra, sobre una falla desarrollada en dirección NW-SE, causante de la erosión del valle por el que discurre la torrentera.
La cueva se ha abierto por el efecto de la erosión y disolución del agua externa que se ha ido perdiendo hacia el interior en los puntos más vulnerables de las dolomías, afectadas por la tectonización de esta falla.
Estas dolomías (calizas constituidas en buena parte por dolomitas magnésicas) pertenecen a series rocosas del Cámbrico (Georgiense) y Triásico (Keuper).
Intervenciones humanas actuales.
Una particularidad de la torrentera, es la de que la circulación del agua a lo largo de su cauce no se realiza exclusivamente por encima de él. La presencia de agua corriendo libremente a la luz, es un fenómeno propio de las estaciones en las que las precipitaciones son abundantes, pero aún en las épocas de reducida aportación y de sequía, la estructura del lecho del valle compuesta de una gran acumulación de diversos cantos rodados y angulosos, lavados de granos menudos y de partículas arcillosas que podrían obturar y colmatar los intersticios, permite la circulación del agua en profundidad.
Esta característica ha permitido realizar, a poca profundidad, la captación de agua para el abastecimiento del pueblo, que se ha ejecutado a unos trescientos metros aguas abajo de la cueva.
El acercamiento a la cueva se efectúa a través de un mágico bosque de robles, entre los que puede haber ejemplares milenarios, como el roble borracho, no muy alejado de estos parajes.
Estos grandes robles han visto crecer a nuestros anfitriones, que nos conducen certeramente y sin titubeos.
Por la derecha, la parte soleada de la fotografía corresponde al cauce del torrente, por donde aparecen las aguas bajantes cuando hay crecida. Una gran parte del caudal desaparece por las dos bocas de la cueva, y otra parte, más reducida ya por la pérdida, sigue su curso aéreo torrente abajo.
La explicación de quienes nos informan es precisa; conocen bien su territorio en todas las épocas del año.
En esta hondonada se forma un lago revuelto que se bate contra la pared engullidora, alcanzando el agua una altura superior a un metro y medio.
Lecho del sumidero con acumulación de cantos alóctonos, de naturaleza muy distinta a la de la roca de las paredes.
Vestíbulo de la cueva, con una anchura de unos tres metros.
A la derecha, un gran bloque residual del proceso de vaciado por erosión y disolución, muestra su estructura de brecha calcárea (conglomerado de fragmentos angulosos cementados por la matriz caliza).
En todo el recorrido, las secciones muestran formas erosivas. La brecha caliza se encuentra pulimentada. El agua ha seccionando y desgastado las superficies tanto de los cantos angulosos cementados como de la roca matriz.
Además de verse en el suelo cantos rodados provenientes de zonas de arranque ajenas a la roca caliza, hay trozos grandes de ramas encajados entre los bloques por el empuje violento del agua.
Un trogloxeno imponente. Araña del exterior adaptada circunstancialmente al medio subterráneo. La estabilidad microclimática del nuevo medio, suele favorecer el desarrollo de los trogloxenos que, aquí, no precisan cambiar los hábitos agotadores que impone la secuencia del día y la noche.
La sección de mayores dimensiones en la galería: 2 x 2 metros.
La angostura final de nuestra exploración es una semi-obturación de la galería por bloques, que obliga a Elías a reptar. Deja paso a una caída vertical de unos cuatro metros.
A partir de aquí, decidimos que sigan explorando los que aún no han cotizado. Hará falta algún material de exploración, como cuerda y bloqueadores, y una mejor iluminación.
El estrecho valle por el que discurre la torrentera estacional, en el tramo de aguas abajo, visto desde la ladera en cuyo pie se abre la doble boca de la cueva Tresierra.


Hay que volver para realizar una exploración a fondo.



Última modificación: 06/08/2011

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